El 9 de noviembre, los líderes de Armenia, Rusia y Azerbaiyán firmaron una declaración trilateral , que puso fin a la guerra de 44 días en Nagorno Karabaj.
Horas antes de la firma de esta declaración, 17 fuerzas de oposición en Armenia exigieron la renuncia del primer ministro Nikol Pashinian. Este grupo incluía al segundo partido más grande en el parlamento, la Armenia Próspera, así como al antiguo Partido Republicano que fue derrocado en 2018, y al Federación Revolucionaria Armenia, Tashnaktsutiun. Solo un partido de los 16 tiene escaños en el parlamento actual.
Hasta el día de hoy, el grupo, que ahora consta de 16 partidos, continúa organizando protestas, principalmente en la capital del país, Ereván, celebra mítines y cierra las principales calles, utilizando los mismos métodos que el propio Pashinian y sus seguidores utilizaron durante la “Revolución de Terciopelo” de 2018.
Sin embargo, las manifestaciones siguen siendo relativamente pequeñas. Y quienes hablan desde el podio durante los mítines expresan su sorpresa por la renuencia de la gente a salir a las calles por una causa de vital importancia nacional.
Acusan al público de no darse cuenta de la gravedad del momento y de apoyar pasivamente al primer ministro.
El hecho de que la oposición no haya podido atraer a grandes masas puede explicarse por las siguientes circunstancias ․
- Muchos de los que de hecho apoyan la renuncia del Primer Ministro no desean adherir a la orientación de las protestas callejeras, desconfían de esos líderes y no escuchan de ellos pasos orientados a la solución.
- En este período de posguerra, los armenios se sienten deprimidos, agotados y políticamente pasivos.
- Muchos siguen lamentando la muerte de los muertos en la guerra. Cintas negras todavía cuelgan en muchas calles armenias, mostrando los nombres y edades de los muertos en la guerra.
- Hay muchos soldados, voluntarios y reservistas que están de acuerdo con la tesis presentada por el gobierno, que es que tras la caída de Shushi, las fuerzas azerbaiyanas habrían entrado en Stepanakert y atacarían en cualquier dirección en las que las fuerzas armenias no se hubieran retirado. Por tanto, creen que la declaración trilateral firmada el 9 de noviembre, por pesada y catastrófica que fuera, evitó una catástrofe aún mayor.
El 9 de diciembre, los 16 partidos realizaron otra manifestación, pero su mensaje siguió siendo unidireccional: Nikol Pashinian debe renunciar. Sus discursos no expresaron visiones constructivas ni hojas de ruta que sacarían al país de la crisis. No discuten soluciones a problemas urgentes relacionados con los prisioneros de guerra, la situación de Artsaj y el estado de las fuerzas armadas del país.
Existe la impresión de que el objetivo final de la oposición no es la resolución de la crisis de la posguerra, sino la renuncia del primer ministro y la toma del poder a través de un gobierno interino.
La oposición debería aclarar sus objetivos finales y explicar las formas en que planean alcanzarlos.