Rubén Melikian escribe: "No voy a decir nada hipócrita o incluso falso sobre el vergonzoso incidente de hoy (31/05). Estuve presente, estuve en uno de los focos del conflicto, vi mucho con mis ojos, escuché mucho con mis oídos. También traté de calmar la situación lo mejor que pude.
Pero sería mejor si los "boinas" usaran la fuerza conmigo también, que hacer lo que representa, otro acto moral inimaginable.
Llamaron burlonamente "santo padre", "santo padre" y golpearon brutalmente al diácono Daniel - un humilde clérigo que poseía humildad y otras virtudes cristianas - y como resultado, el diácono Daniel terminó en el hospital con diversas heridas físicas...
Llegamos al punto en el que tenemos que comparar a los "boinas" con los soldados romanos que torturaron a Cristo...
Espero que, al menos, este incidente sea inaceptable para los dirigentes policiales".