"A Rusia le gusta crearse problemas y luego resolverlos con valentía. No entiendo quién tomó qué decisiones y por qué. Que esto quede en la conciencia de quienes tomaron determinadas decisiones".
Así lo afirmó el ex ministro de Estado de Artsaj/Nagorno-Karabaj, Rubén Vardanian, en una entrevista con la periodista rusa Ksenia Sobchak, refiriéndose a la situación en Karabaj.
“Rusia, por supuesto, podría ayudar. En general, la gente está muy molesta porque las fuerzas de paz rusas no pudieron detener este conflicto. En la sociedad existe un sentimiento negativo muy fuerte hacia la comunidad mundial, incluida Rusia”, señaló.
Vardanian añadió que Armenia, que era garante de la seguridad y no ayudó a Nagorno-Karabaj en primer lugar.
“Occidente, que está completamente tranquilo ante el hecho de que el régimen dictatorial puede permitirse el lujo de hacer lo que quiera y destruir a la gente, no ha ayudado. Las decisiones de la Corte Internacional de Justicia y de otras organizaciones fueron tranquilamente ignoradas y no se impusieron sanciones contra una persona que viola las normas humanitarias y jurídicas más básicas”, enfatizó.
En Nagorno-Karabaj hay una catástrofe humanitaria: una gran cantidad de refugiados de las aldeas que fueron capturadas por las tropas azerbaiyanas. La gente está presa del pánico, sin electricidad, sin medicinas, sin médicos.
“Un niño de ocho años sufrió una rotura cardíaca a causa de los bombardeos. La situación es crítica, la gente está al borde de la destrucción física”, afirmó.
Vardanian calificó la situación de tragedia, un duro golpe para un pueblo que durante décadas defendió su derecho a vivir en su tierra.
“Actualmente hay negociaciones a diferentes niveles, que aún no han conducido a nada. Se están discutiendo varios escenarios, incluida la posibilidad de abrir un corredor humanitario para la entrega de alimentos y medicinas de organizaciones internacionales, y la posibilidad de enterrar a los muertos. Hay muchas preguntas.
Pero estoy seguro de que este no es el final. Debemos hacer todo lo posible para vivir en nuestra tierra. La vida no se ha detenido, continúa. Debemos conservar nuestras fuerzas hasta el final para luchar por vivir en nuestra tierra”, enfatizó.
Vardanian dijo que su intento de una fuerza unificada para resistir, había provocado una grave reacción tanto de los líderes azerbaiyanos como de algunas fuerzas de aquí.
“En este sentido, cuando era ministro de Estado, hubo una presión fantástica de Azerbaiyán, de Turquía y, según tengo entendido, de Armenia. Después de que me fui, la situación empeoró”, concluyó el exfuncionario.
