Los días 22 y 23 de julio se llevará a cabo en Shushi un Foro Global sobre "Nuevos Medios en la Era de la Cuarta Revolución Industrial".

Atención: Azerbaiyán, que tiene apenas 100 años de historia como estado y como nación y celebra el foro con motivo de su "148 aniversario de la prensa nacional".

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, se reunirá con los participantes del foro en Shushi.

Al evento asistirán 150 invitados extranjeros de alrededor de 50 países, incluidos representantes de agencias de noticias estatales de 34 países, 12 organizaciones internacionales y estructuras de medios. En el foro también participarán líderes y representantes de 60 medios locales.

Azerbaiyán señala que, por primera vez en su historia, reúne a los responsables de los principales medios de comunicación del mundo, organizaciones periodísticas, expertos influyentes en el campo de la comunicación, periodistas de renombre en una sola plataforma.

Y a pocos kilómetros de Shushi, 120.000 armenios están en cautiverio, rehenes en su tierra natal durante más de 7 meses. 30.000 niños mueren de hambre frente a 150 representantes de los medios de comunicación internacionales, las mujeres embarazadas pierden a sus hijos por nacer. Todos los días, 150 medios de comunicación plantean temas falsos de derechos humanos, vida libre, autodeterminación, se golpean el pecho por la protección de los animales, temas ecológicos, pero guardan silencio e indiferencia, sordos y ciegos ante la situación catastrófica de los armenios de Artsaj que están al borde de la aniquilación. Además, está alojado en el país del asesino-genocida, el criminal de guerra Aliyev.

      En la foto, la mujer embarazada de Artsaj perdió el conocimiento debido a la desnutrición.

Y esto no es una invitación al azar. Aliyev está cortejando, sobornando, poniéndose del lado de las élites mundiales, que mañana defenderán las acciones terroristas de Azerbaiyán que odian a los armenios con mayor celo y entusiasmo y serán aún más indiferentes hacia Armenia y Artsaj.

Shushi quedó bajo el control de Azerbaiyán como consecuencia de la guerra de 2020 en Nagorno-Karabaj, que dejó miles de muertos y heridos en ambos bandos.