El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, pronunció un discurso de felicitación desde el Complejo Conmemorativo Sardarabad con motivo del Día de la Primera República de Armenia.

“Estimado presidente de la República de Armenia,

Estimado Presidente de la Asamblea Nacional,

Estimados miembros del gobierno,

representantes del poder ejecutivo,

Miembros de la Asamblea Nacional,

Estimados representantes del poder judicial y de los gobiernos locales,

Querida pueblo,

Estimados ciudadanos de la República de Armenia,

Felicito a todos nosotros en este 28 de mayo, el Día de la Primera República de Armenia. Un día como hoy en 1918, por primera vez en su historia, el pueblo armenio creó un estado con un sistema de gobierno republicano. Por primera vez en nuestra realidad, se creó un Estado donde el poder le pertenecía al pueblo.

Este evento trascendental tuvo lugar en las condiciones del colapso de los imperios, la formación de un nuevo imperio y orden mundial, cuando en las batallas de Sardarabad, Bash-Aparan y Karakilisé nuestro pueblo pudo demostrar su derecho a la vida.

Sin embargo, la Primera República duró sólo dos años y medio, también porque después de ganar la batalla por la existencia, proclamando un Estado, no logramos formular una visión de la vida en un estado independiente y hacer la vida en la Primera República cómoda y sustentable para nosotros mismos.

La Primera República no logró posicionarse como medio de seguridad, bienestar y felicidad de sus propios ciudadanos, ya que, de hecho, durante toda su existencia no tuvo un solo día de paz. El hambre, los emigrantes que escaparon del genocidio (armenio), las luchas internas, la ausencia centenaria de instituciones económicas, instituciones estatales, la cultura del Estado, la influencia extranjera y la guerra, provocaron la caída de la Primera República. Esto, sin embargo, no resta valor al papel de la Primera República. 

Después de más de 540 años de disolución, el pueblo armenio encontró un estado y por primera vez forjó una República, y las lecciones de esa República están hoy sobre nuestra mesa. De esas muchas lecciones, quiero resaltar hoy,solo una: la vida en la República de Armenia debe ser confortable y útil para los ciudadanos, el bienestar y la felicidad deben estar presentes hoy y no en un futuro lejano, y el tiempo para desentrañar históricos nudos es ahora y no después.

La Primera República no tuvo suficiente tiempo, pero nosotros todavía lo tenemos. La Primera República no pudo sobrevivir después de la guerra de 1920, nosotros estamos de pie después de la guerra de 2020, construyendo nuestra Patria y Estado, que existen aquí y ahora, y ya no buscaremos una nueva Patria, porque nuestra Patria es nuestro Estado.

Este Estado es a la vez un fin y un medio. Es una meta, porque sólo el Estado puede expresar mejor los intereses de sus fundadores: el pueblo. Es un medio, porque sólo el Estado puede expresar mejor los intereses de sus fundadores: el pueblo. Y estos intereses nos dictan que se proporcione seguridad, bienestar y felicidad a nuestro sufrido pueblo - esto es posible en condiciones de relaciones zanjadas con los vecinos, solo en condiciones de paz, que la Primera República no tuvo, y que , por desgracia, la Tercera República todavía no tiene.

Por eso hemos adoptado e implementado consistentemente la agenda de paz, porque todos nuestros mártires cayeron por la felicidad, no por el sufrimiento de su pueblo. Solo la Armenia próspera, viva, desarrollada y segura, la República de Armenia, el estado de Armenia debe traer la paz eterna a las almas de todos nuestros mártires.

¡Gloria a todos nuestros mártires que dieron su vida por su Patria!

¡Viva la República de Armenia!

¡Larga vida a la República de Armenia!”.