El Primer Ministro de la República de Armenia, Nikol Pashinian, emitió un mensaje de felicitación con motivo del 9 de mayo. 

“Queridos compatriotas,Querida gente,

Felicito a todos por el 77 aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patria. Esta festividad simboliza el final de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de una nueva era en la historia humana.

Con la victoria en la guerra, la humanidad civilizada dijo no a uno de los mayores males, el fascismo. El papel del pueblo armenio en eso es invaluable, de los cuales más de medio millón de representantes hicieron una contribución significativa para salvar a la humanidad del fascismo como soldados del ejército soviético y ejércitos aliados.

Muchos armenios sacrificaron sus vidas por el bien de la civilización en esa lucha, mostrando heroísmo y devoción inquebrantable.

Tuvimos más de 300.000 bajas en la Segunda Guerra Mundial. 107 armenios recibieron el título de Héroe de la Unión Soviética, muchos de nuestros compatriotas lucharon en los ejércitos de los países aliados, participaron en la lucha antifascista de varios países y fueron coronados de gloria. Hoy nos inclinamos ante las hazañas y la memoria de nuestros héroes, nuestros mártires, estamos orgullosos del heroísmo de nuestros antepasados.

Fue el espíritu heroico de nuestros abuelos y padres en la Gran Guerra Patria, la Segunda Guerra Mundial, que se fusionó con el espíritu de voluntariado a principios de la década de 1990, convirtiéndose en el garante de la victoria en la lucha por la supervivencia de Artsaj, la Primera Guerra de Artsaj, la liberación de Shushi.

Hoy, después de la guerra catastrófica de 44 días, observamos con tristeza y amargura que no solo no logramos transformar la victoria en la primera guerra de Artsaj en una victoria diplomática, política y económica, sino que muchos frutos de esa victoria se pierden, Artsaj y Armenia se enfrenta a serios desafíos.

Nuestra respuesta a esta situación, sin embargo, no debe ser apocalíptica, sino un análisis sobrio, frío y profesional de las razones que subyacen a la actual situación político-militar y regional, y la planificación pragmática del futuro.

La sangre de nuestros mártires que dieron su vida por la Patria no debe ser olvidada; el mayor reconocimiento de su trabajo debe ser el fortalecimiento del estado armenio, la plena realización de los derechos de los armenios de Artsaj, el desarrollo pacífico de nuestras generaciones y la coexistencia regional pacífica, que es la única garantía de seguridad confiable de Artsaj y Armenia.

La mayoría política que recibió el voto del pueblo está conduciendo a Armenia en esta dirección, consciente de todas las dificultades que surgirán. Estamos preparados para enfrentar estas dificultades porque nos guía la convicción de que sí, vamos por un camino difícil pero correcto.

No somos los engendradores de los desastres sobre nuestro país, hemos merecido un destino cruel y una misión sagrada: conducir a nuestra Patria a través de los inevitables desastres acumulados durante muchos años, para conducirla a un futuro pacífico, próspero, feliz.

Querida gente,

Estimados compatriotas,

No siempre hemos sido capaces de convertir las victorias en el campo de batalla en victorias en la vida. Debemos ser capaces de convertir nuestros fracasos en el campo de batalla en victorias en los campos de la educación, la ciencia, la industria, la economía, la política exterior, cuyo resultado final debe ser una paz estable y duradera, una solución integral del conflicto de Nagorno-Karabaj.

Hoy nos inclinamos ante nuestros abuelos, nuestros padres, nuestros hermanos y nuestros hijos que lucharon por la Patria y sacrificaron sus vidas. Sus victorias en las guerras, nuestros fracasos en las guerras deben convertirse en la victoria de la vida.

Gloria eterna a nuestros héroes”.