Querida gente, Queridos compatriotas.

En estos momentos del inicio del Año Nuevo, nuestros pensamientos y corazones están ante todo con nuestros hermanos y hermanas y sus familias que sacrificaron sus vidas por la patria.

Después de la tragedia de la guerra de 44 días de 2020, en muchas familias que habían perdido a sus hijos nacieron bebés: nuestros mártires caídos en el campo de batalla están renaciendo.

Renacen en el sentido literal, porque muchos recién nacidos en 2021 llevan el nombre, apellido y patronímico de su hermano mártir. Mismo nombre, apellido, patronímico.

Esta es una profunda revelación, la victoria de la vida, la encarnación de la mitología. nacido en 2001, muerto en 2020, renacido en 2021.

Quiero inclinarme primero ante los padres y madres que han tomado tal decisión, porque dan un nuevo impulso no solo a sus familias, sino también a nuestra patria, para vivir, para superar la desesperación, para creer en el futuro y para vivir. para el futuro.

Animado por este proceso y teniendo en cuenta los deseos de muchas familias, el Gobierno pondrá en marcha un programa estatal para restaurar la salud reproductiva en los familiares de las víctimas a partir de enero de 2022, las familias de nuestros hijos mártires tendrán la oportunidad de postularse para madres sustitutas financiadas por el estado.

A partir del 1 de enero de 2022 se inicia el programa de apoyo estatal para el tercer y cada recién nacido subsiguiente, según el cual cada familia, independientemente de su condición social, recibirá 50 mil DAM mensuales de asistencia estatal  hasta la edad de seis años.

Digo todo esto para mostrar que los nacimientos son una política de estado, y que el aumento demográfico debería ser el lema de 2022. Espero que en muchas de nuestras familias, nazcan bebés con nombres de mártires que son parientes, amigos o incluso extraños en 2022.

Tales decisiones, por supuesto, están conectadas no solo con factores financieros, sino también con factores socio-psicológicos. Tales decisiones se toman principalmente al creer en el futuro, y restaurar, fortalecer y desarrollar la fe en el futuro es nuestra mayor misión.

El éxito de la política de abrir una era de desarrollo pacífico para nuestra patria y la región es una forma de fortalecer la fe en el futuro, y aunque nos damos cuenta de que no depende solo de nosotros, seguiremos constantemente ese camino para cambiar el situación y ambiente en torno a la República de Armenia y nuestra región. Garantizar la seguridad es nuestro mayor desafío en la actualidad, y la experiencia demuestra que la paz es la forma más confiable de garantizar la seguridad.

Paralelamente, el tema clave es la reforma de nuestras Fuerzas Armadas, el Ejército. Armenia debe tener un ejército profesional, además, con una participación cada vez mayor de mujeres. En la perspectiva estratégica, el servicio militar obligatorio debe modificarse significativamente, transformándose en ejercicios de entrenamiento de combate obligatorios, que deben realizarse varias veces en la vida, con cierta frecuencia.

Quiero enfatizar que políticamente nuestro ejército no se pondrá en la tarea de conquistar territorios, su tarea es proteger la seguridad e integridad territorial de nuestro país.

Querida gente,

Todos los pasos del Gobierno tienen como objetivo la reactivación y un futuro pacífico. La apertura de las comunicaciones regionales, los procesos de delimitación y demarcación de las fronteras... sí, encierran muchos riesgos, pero también muchas oportunidades, y nuestra política está orientada a gestionar y neutralizar los riesgos, y aprovechar las oportunidades existentes.

La solución del conflicto de Nagorno-Karabaj con la plena protección de los derechos de los armenios de Artsaj es nuestro objetivo estratégico.

Nuestro Gobierno siempre ha apoyado a Artsaj antes y después de la guerra. Solo en 2021, el gobierno proporcionó más de 128 mil millones de AMD (u$s 267 millones) en asistencia a Artsaj. De acuerdo con el presupuesto de 2022, planeamos asignar más de 144 mil millones de AMD (u$s 300 millones) a Artsaj, y también debemos pensar en mecanismos para hacer que estas asignaciones y su uso sean más efectivos.

Querida gente,

El 2021 fue un año difícil, que comenzó con la crisis socio-psicológica y política provocada por los horrores de la guerra. A veces, parecía que los disturbios de la posguerra se convertirían en caos y enfrentamientos civiles. Pero quiero señalar también que 2021 se convirtió en una prueba de la viabilidad de Armenia y del pueblo armenio, porque para sorpresa de muchos, pudimos devolver el proceso a un curso político pleno, dando a los ciudadanos de la República de Armenia la oportunidad para expresarse y tomar decisiones por su propia voluntad.

Las elecciones parlamentarias anticipadas de 2021 recibieron una gran atención internacional porque la comunidad internacional todavía encuentra asombroso que Armenia haya podido celebrar elecciones libres, justas y democráticas en tales condiciones.

Hoy, sí, la comunidad internacional, ve a Armenia como una fuerza líder para la democracia, y este es un logro que no debemos perder. Nuestra tarea es hacer de la democracia, la valoración de ser democrático, un factor real para la seguridad, prosperidad y desarrollo de nuestro país. La democracia debería convertirse en la fuerza motriz del renacimiento y el futuro. Armenia volvió a demostrar su compromiso con la democracia y los valores democráticos en las elecciones locales del período octubre-diciembre de 2021.

Y sí, la democracia, el estado de derecho, la protección de los derechos humanos debe ser inviolable en nuestro país, se deben apoyar y promover las oportunidades de las personas para vivir libremente, crear, trabajar y lograr resultados.

En este sentido, las reformas que estamos implementando en el campo de la educación y la ciencia son de fundamental importancia para nosotros, porque la oportunidad seguirá siendo solo una oportunidad si no le damos a nuestros ciudadanos la capacidad de utilizarla. Y esto solo puede lograrse mediante el desarrollo de la educación, la ciencia y la tecnología. En 2021, se lanzó con éxito el programa de certificación voluntaria de maestros, como resultado de lo cual los salarios de muchos maestros ya han aumentado entre un 30 y un 50 por ciento. El proceso de certeficación voluntaria continuará en el 2022, por lo que no solo aumentará el atractivo del trabajo del docente, sino que también generará garantías de que solo ingresen al aula docentes debidamente calificados, cuyo trabajo hará que nuestros niños y generaciones sean más competitivos.

Nuestro programa de construcción, reconstrucción o renovación de 300 escuelas y 500 jardines de infantes ya han comenzado. En 2022, tendremos más de 100 escuelas y al menos 100 jardines de infantes que estarán en este proceso. Estamos realizando algunos cambios en las fórmulas de los programas de subsidios que se implementarán en las comunidades con el fin de ampliar aún más las oportunidades de construir jardines de infantes para las comunidades.

Con el presupuesto estatal de 2022, hemos aumentado la financiación de la ciencia en más del 80 por ciento. A partir del 1 de enero se incrementará el sueldo de los trabajadores científicos, entre un 40 y un 165 por ciento, pero eso no es todo, el proceso continuará hasta el 2026. Con esto hacemos que el trabajo científico sea atractivo para los jóvenes, pero también alentamos a la comunidad científica a hacer una contribución más activa y mayor al desarrollo de nuestro país.

Querida gente,
queridos compatriotas,

No quiero sobrecargar este mensaje de Año Nuevo con datos adicionales, ni quiero dar la impresión de que todo es genial. Está claro que no hemos superado el impacto de la guerra y no lo superaremos en mucho tiempo. Esta situación se ve agravada por la epidemia en curso de COVID-19, cuyas consecuencias económicas ahora, se están sintiendo más que en 2020. La inflación global sin precedentes, que es consecuencia de las restricciones impuestas por el COVID en 2020-21, ha entrado en la casa de todos y la mayoría de los ciudadanos hoy viven peor que a principios de 2020.

Pero nuestra respuesta a las consecuencias de la guerra y del COVID debe ser pensar, trabajar, esfuerzarse. Esto es lo que deberíamos hacer con el año 2022, el año del crecimiento real y estratégico de Armenia. Como resultado de la guerra, estamos en un punto cero, y quizás es hora de que el tiempo trabaje a nuestro favor. Brindemos por Armenia y Artsaj libres, pacíficas, revividas y reconstruidas.

¡Feliz Año Nuevo y feliz Navidad!