Agentes de seguridad sacaron a un legislador de la oposición armenia del podio del parlamento después de que criticara duramente a uno de sus colegas progubernamentales el 26 de octubre.

El incidente ocurrió durante un acalorado debate en la Asamblea Nacional sobre las demandas de la oposición de una investigación parlamentaria sobre el presunto mal uso de los fondos recaudados por una organización benéfica pan-armenia respaldada por el gobierno para Nagorno-Karabaj durante la guerra del año pasado con Azerbaiyán.

Vigen Khachatrian, diputado del partido gobernante del Contrato Civil, acusó a la oposición parlamentaria de intentar desacreditar al Fondo Nacional Armenia y al gobierno armenio con varias "abominaciones".

Gegham Manukian, de la principal alianza opositora Hayastan (Armenia), respondió recordando y condenando el reciente comentario de Khachatrian de que el control armenio sobre Karabaj no es vital para Armenia.

"El que renuncia a Artsaj (Karabaj) es un traidor", acusó Manukian en el parlamento.

Ruben Rubinian, el vicepresidente progubernamental del parlamento que preside la sesión, acusó a Manukian de violar las "reglas éticas" antes de apagar su micrófono y ordenar a los funcionarios uniformados del Servicio de Protección del Estado (SPS) que desalojen por la fuerza al destacado opositor del podio. Como resultado, la sesión se interrumpió.

Manukian se mantuvo firme en su declaración y acusó a las autoridades de intentar reprimir la libertad de expresión en el parlamento cuando habló con los periodistas después del incidente.

Hayastan y otro grupo de oposición representado en el parlamento actual han acusado a las autoridades de restringir ilegalmente la libertad de expresión en el parlamento por primera vez en la historia postsoviética de Armenia.

El SPS es una agencia de seguridad encargada principalmente de proporcionar guardaespaldas a los principales funcionarios estatales de Armenia. Decenas de sus oficiales uniformados se desplegaron dentro del edificio del parlamento el verano pasado.

Instalaron puestos de control y colocaron detectores de metales en las entradas del auditorio principal del parlamento. Actuando bajo las órdenes de Simonyan, presidenta del Parlamento en aquel entonces, también se aseguraron de que los corresponsales parlamentarios ya no puedan entrevistar a los diputados que salen de la cámara o acercarse a las oficinas de los legisladores que representan al partido de Pashinian.