Texto completo del discurso pronunciado por el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinian en el 76° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. 

''Honorable Presidente de la Asamblea General,
Señoras y señores,

Me complace volver a pronunciar una declaración en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En primer lugar, quisiera felicitar al Sr. Abdulla Shahid por su elección como Presidente de la Asamblea General, así como al Sr. António Guterres por su reelección como Secretario General de las Naciones Unidas. Estoy seguro de que con su liderazgo nos ayudará a superar los enormes desafíos que enfrentamos.

Hoy, en mi discurso, me gustaría referirme a la situación en la región del Cáucaso Meridional, presentar nuestras opiniones y propuestas sobre la solución de los problemas existentes.

Como saben, en el otoño de 2020, Nagorno-Karabaj fue objeto de agresiones. La guerra que duró cuarenta y cuatro días se cobró la vida de varios miles de personas. Decenas de miles de residentes de Nagorno-Karabaj fueron desplazados. La agresión estuvo acompañada de numerosas violaciones graves del derecho internacional por parte de las fuerzas armadas azerbaiyanas, incluidos ataques deliberados contra civiles e infraestructura vital, ejecuciones extrajudiciales de prisioneros de guerra y rehenes civiles, tortura y muchos otros crímenes documentados. Como resultado de estas acciones, en las partes de Nagorno-Karabaj, que quedaron bajo el control de Azerbaiyán, el pueblo armenio fue sometido a una limpieza étnica completa. Desafortunadamente, la comunidad internacional aquí nuevamente no pudo evitar las atrocidades masivas.

 Hoy dia, gracias a los esfuerzos de mediación de la Federación de Rusia, fue posible detener el derramamiento de sangre. El 9 de noviembre se firmó una declaración de alto el fuego trilateral. Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Federación de Rusia se desplegaron en Nagorno-Karabaj, que hoy garantizan la estabilidad y seguridad.

Estimados colegas,

Hace un mes, la Asamblea Nacional de la República de Armenia aprobó el Plan de Acción del Gobierno para 2021-2026, donde una disposicion clave es comenzar una era de desarrollo pacífico para nuestro país y la región. Además, según los resultados de las elecciones parlamentarias anticipadas celebradas el 20 de junio de 2021, el pueblo de Armenia otorgó a nuestro Gobierno un mandato para avanzar hacia ese objetivo clave. Cabe destacar que nuestro Gobierno recibió este importante mandato en base a los resultados de las elecciones que se realizaron para superar la crisis política interna.

Esta fue la segunda elección en nuestro país después de la revolución popular no violenta de terciopelo en Armenia en 2018. Ambas elecciones fueron evaluadas por observadores internacionales como competitivas, transparentes y en línea con los estándares democráticos.

Entonces, ¿cómo vamos a lograr el objetivo de abrir una era de desarrollo pacífico para nuestro país y la región? A través del diálogo, superando paulatinamente el clima de dolorosa hostilidad en nuestra región. Nos damos cuenta de que el camino será largo y difícil. Lamentablemente, los incidentes diseñados para deslegitimar la agenda de paz y profundizar e institucionalizar la atmósfera de hostilidad ocurren a diario. Las violaciones del alto el fuego y las declaraciones agresivas e insultantes contra Armenia y el pueblo armenio siguen agravando la atmósfera.

Un acto contra la agenda de paz es el hecho de que, contrariamente al artículo 8 de la declaración del 9 de noviembre, Azerbaiyán no solo mantiene en cautiverio a varias decenas de ciudadanos de la República de Armenia, sino que también ha condenado a muchos de ellos entre 6 y 20 años de prisión. sobre acusaciones inventadas. Además, hay personas cuyo cautiverio aún no ha sido confirmado por Azerbaiyán, aunque hay pruebas claras de que fueron capturados. Esto se vuelve aún más inaceptable en el contexto de que en el otoño de 2020, los usuarios azerbaiyanos publicaron videos específicos de la captura de soldados armenios y luego se descubrieron los cuerpos decapitados o baleados de esos soldados. Tenemos pruebas irrefutables sobre la tortura de nuestros cautivos.

Un ejemplo escandaloso de la profundización de la atmósfera de hostilidad es la apertura del llamado parque de trofeos en Bakú, donde los escolares azerbaiyanos son llevados de excursión para ver los maniquíes de soldados armenios capturados, muertos o ensangrentados.
Estas y otras medidas se toman para demostrar la imposibilidad de la paz en nuestra región, pero siempre avanzaremos en esa agenda aprovechando todas las oportunidades y creando nuevas oportunidades para abrir una era de paz para nuestra región.

En este sentido, considero de suma importancia la apertura de comunicaciones regionales, que se expresa en el noveno punto de la declaración trilateral firmada por el Presidente de la Federación de Rusia, el Presidente de Azerbaiyán y el Primer Ministro de Armenia el 9 de noviembre de 2020 y el 11 de enero de 2021.

Las arterias de transporte interconectadas de la región serán el resultado de resolver este problema. Se crearán oportunidades para establecer vínculos económicos, que es uno de los requisitos previos importantes para el desarrollo pacífico.

Al examinar el tema de la reapertura de los enlaces de transporte, descubrimos que hay opciones que apuntan a mantener el aislamiento y las hostilidades regionales, pero también hay opciones que enfatizan la interconexión regional y pueden ser una solución paso a paso del problema de la hostilidad. Somos defensores de la última opción.

Si también se abre el ferrocarril que conecta Armenia con Turquía, entonces el tema de la apertura de comunicaciones regionales cubrirá un alcance más amplio.

Honorable señor secretario general,

Armenia está dispuesta a entablar un diálogo constructivo, que debería conducir al establecimiento de una paz sostenible y duradera en la región. En este sentido, proponemos completar sin demora el proceso de devolución de prisioneros de guerra, rehenes y otros cautivos.

También es necesario reanudar el proceso de paz para la solución del conflicto de Nagorno-Karabaj bajo los auspicios de los Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE.

No hay duda de que la situación creada por el uso de la fuerza no puede ganar legitimidad desde el punto de vista del derecho internacional. El derecho del pueblo de Artsaj a la autodeterminación no puede suspenderse mediante el uso de la fuerza; el conflicto no puede considerarse resuelto mediante el uso de la fuerza. El conflicto de Nagorno-Karabaj espera una solución justa. Así lo demuestran las declaraciones de los países Copresidentes, que enfatizan la necesidad de retomar el proceso de negociación sobre la base de principios bien conocidos.

Creemos que los contactos mediados por los Copresidentes permitirán a las partes encontrar un terreno común y abrir vías para abordar muchas cuestiones difíciles.

Luego está la cuestión de la delimitación y demarcación de la frontera entre Armenia y Azerbaiyán. Debo afirmar con pesar que es difícil imaginar un proceso de delimitación de la frontera en el contexto de tiroteos casi diarios y diversas provocaciones en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, en el contexto de la infiltración de unidades de las fuerzas armadas de Azerbaiyán en el territorio soberano de la República de Armenia el 12 de mayo de 2021 en el tramo Sotk-Khoznavar. Para superar esta situación, hemos sugerido las siguientes acciones: En la sección mencionada anteriormente, las fuerzas armadas tanto de Armenia como de Azerbaiyán deberían retirarse simultáneamente a la frontera de la época soviética, se desplegarían observadores internacionales a lo largo de esa frontera y bajo auspicios internacionales comenzaríamos la delimitación y demarcación. Estamos dispuestos a implementar esta propuesta de inmediato.

Estimados colegas:

En mi intervención, abordé temas de vital importancia para nuestro país y para la región. Estas cuestiones deben abordarse hoy con urgencia y requieren la atención urgente de la comunidad internacional.

Al mismo tiempo, al concluir mi discurso, quisiera reafirmar que Armenia, como miembro responsable de la comunidad internacional y socio confiable, seguirá contribuyendo al fortalecimiento del orden internacional integral, a la cooperación internacional basada en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, la promoción del desarrollo sostenible y la protección de los derechos humanos fundamentales.

Estamos comprometidos con un diálogo constructivo e inclusivo con todos nuestros socios.

Armenia está dispuesta a hacer todo lo posible para contribuir a superar los desafíos globales actuales como el cambio climático, la pandemia de COVID-19, cuestiones de paz internacional, seguridad y desarrollo sostenible.

Con esto, permítanme completar mi discurso deseando éxito a los trabajos del 76º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Gracias por su atención''.